
Tipos de refugios
En situaciones de supervivencia, el tipo de refugio que construyamos dependerá de los materiales disponibles y del entorno en el que nos encontremos. A continuación, exploramos varias opciones:
1. Refugios en vehículos
Si hemos sufrido un accidente y el vehículo aún está habitable, este puede convertirse en un refugio muy práctico. En caso de que no sea seguro permanecer en él, podemos aprovechar los materiales disponibles en su interior:
- Aislamiento térmico: Los periódicos pueden ser usados para cubrir las ventanas y bloquear el frío.
- Hacer fuego: Si no disponemos de cerillas ni mechero, podemos improvisar usando la batería del vehículo. Empapa un trozo de tela, papel o esponja con gasolina, y haz chispas cruzando los terminales de la batería. Añadir aceite de motor al fuego generará un humo negro y denso que puede servir para hacer señales de emergencia.
2. Refugios naturales
Son refugios que requieren poco o ningún esfuerzo de construcción. Puedes aprovechar las formaciones naturales del entorno, como:
- Cuevas y oquedades: Busca hendiduras en paredes rocosas que te protejan del viento y la lluvia, asegurándote de que no haya riesgo de desprendimientos.
- Formaciones de vegetación: Las copas densas de algunos árboles pueden proporcionar un refugio básico, aunque no siempre protegen de la lluvia.
A pesar de su facilidad, es importante acondicionar el lugar, creando un lecho seco y cómodo para descansar.
3. Refugios improvisados
Estos son refugios que construimos utilizando materiales naturales del entorno o elementos que llevamos en nuestro equipaje. Aquí tienes algunas opciones comunes:
a) Refugio con una lámina de plástico o tela impermeable
Si tienes un trozo de plástico o tela impermeable, puedes construir un refugio básico siguiendo estos pasos:
- Ata una cuerda entre dos árboles y coloca la lámina sobre ella como una tienda de campaña clásica (en forma de dos aguas).
- Sujeta los extremos envolviendo piedras o usando orquillas de madera, cuerdas y piquetas improvisadas.
- Cava una pequeña zanja alrededor para evitar que el agua de lluvia inunde el refugio.
b) Refugio con un bote salvavidas
Un bote salvavidas volteado y elevado en un lateral con la ayuda de palos puede servir como refugio. Es una solución rápida y efectiva si te encuentras cerca de agua.
c) Cobertizo clásico
Este es uno de los refugios más tradicionales:
- Construye un armazón de madera, o utiliza uno o dos árboles como soporte principal.
- Cubre el techo con hojas grandes, hierba seca, paja o trozos de corteza. Si las hojas se ensamblan como tejas, proporcionarán mejor impermeabilidad.
- Si estás en un clima frío, enciende un fuego cercano y utiliza un reflector de troncos para maximizar el calor. Coloca el cobertizo en la dirección correcta para evitar que el humo te alcance.
d) Refugio con un árbol caído
Un árbol caído puede servir como base para un refugio:
- Retira algunas ramas para hacer un espacio habitable dentro de la copa caída.
- Aunque este refugio es acogedor, no ofrece una gran protección contra la lluvia.
e) Refugio en forma de “A”
Este diseño es más abrigado que el cobertizo clásico:
- Construye una estructura triangular utilizando ramas, simulando la forma de una tienda canadiense.
- Cubre el armazón con hojas grandes y, sobre ellas, una capa de hierba o ramas para evitar que el viento desarme el techo.
f) Refugio con tronco caído
Este tipo de refugio se construye apoyando ramas sobre un tronco caído y cubriéndolas con hojas y ramas. Es una solución rápida, pero poco cómoda para largos periodos.
El lecho: clave para un refugio cómodo
El suelo de tu refugio es tan importante como el techo. Debe ser:
- Blando y seco: Usa hojas, helechos o incluso ropa para crear una capa que te aísle del suelo.
- Horizontal y cómodo: Retira piedras y ramas del lugar antes de construir tu lecho.
En climas cálidos, busca mantener el lecho fresco. En climas fríos, enfócate en mantenerlo cálido y aislado de la humedad.
