La historia de Dougal Robertson y su familia: 38 días a la deriva en el Océano Pacífico

De un viaje en velero a una lucha desesperada por sobrevivir

En 1971, Dougal Robertson, un marino británico retirado, decidió embarcarse en un viaje alrededor del mundo con su esposa Lyn y sus hijos Douglas, Neil y Sandy, además de un amigo de la familia, Robin Williams.

Viajaban a bordo del velero Lucette cuando, a 320 km de las Islas Galápagos, un grupo de orcas embistió su barco, hundiéndolo en cuestión de minutos.

Con solo un pequeño bote inflable y una balsa de madera, la familia pasó 38 días en mar abierto, enfrentando el hambre, la deshidratación y los tiburones, utilizando su ingenio para sobrevivir.

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Las Técnicas de Supervivencia y Bushcraft que Usó la Familia Robertson

1. Conseguir agua potable

Con reservas de agua limitadas, tuvieron que buscar otras formas de mantenerse hidratados:

• Recolectaban agua de lluvia en lonas y recipientes improvisados.
• Bebían los líquidos de los peces capturados, como su sangre y los fluidos de sus ojos.
• Racionaban el agua potable estrictamente, evitando la deshidratación acelerada.

2. Obtener alimento sin provisiones

Sin comida, recurrieron a la pesca y la caza de cualquier cosa comestible:

• Usaban sus manos y anzuelos improvisados para atrapar peces como dorados y atunes.
• Cazaban tortugas marinas, bebiendo su sangre y comiendo su carne cruda.
• Recolectaban algas flotantes, que podían masticar para obtener fibra y algo de hidratación.

3. Construcción de herramientas y mejoras en su refugio

En su bote salvavidas tenían recursos limitados, así que improvisaron:

• Usaron huesos de peces y tortugas como agujas y anzuelos para mejorar su técnica de pesca.
• Ataron pedazos de tela y ropa para hacer una vela improvisada y aprovechar el viento.
• Utilizaron los restos del velero hundido para reforzar la balsa y evitar que se desarmara.

4. Protección contra tiburones y peligros del océano

La familia estaba rodeada constantemente por tiburones, así que tomaron precauciones:

• Evitaban tirar desperdicios o sangre al agua, para no atraer depredadores.
• Lanzaban carnada lejos del bote cuando necesitaban limpiar peces, distrayendo a los tiburones.
• Se turnaban para vigilar mientras dormían, asegurándose de que el bote no se volcara.

5. Mantener la moral alta y evitar el desgaste mental

Después de semanas sin rescate, la desesperación amenazaba con apoderarse de ellos, por lo que:

• Crearon rutinas diarias de pesca, reparación del bote y ejercicio para mantener la mente ocupada.
• Conversaban sobre sus planes futuros y mantenían el sentido del humor para no perder la esperanza.
• Se apoyaban emocionalmente unos a otros, recordando que juntos tenían más posibilidades de sobrevivir.

Finalmente, después de 38 días a la deriva, fueron rescatados por un barco japonés que los encontró hambrientos, deshidratados y débiles, pero vivos.

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Lecciones de Supervivencia en el Mar

✅ El agua de lluvia y los fluidos de los peces pueden ser fuentes de hidratación en el océano.
✅ La pesca y la caza de tortugas son claves para obtener alimento en alta mar.
✅ Es importante protegerse del sol, reparar constantemente la embarcación y mantenerse organizados.
✅ El estado mental y el trabajo en equipo pueden ser la diferencia entre la vida y la muerte.

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Una historia real de supervivencia extrema

Dougal Robertson narró la experiencia en su libro «Survive the Savage Sea», que ha sido estudiado como un caso ejemplar de supervivencia en alta mar.

Erik el rojo