Dibujo y pintura: un tándem inseparable

Dibujo y pintura: un tándem inseparable

Dibujo y pintura: un tándem inseparable

Si has decidido embarcarte en el mundo de la pintura al óleo, tarde o temprano te vas a cruzar con el dibujo. Aunque a veces se les considere disciplinas distintas, lo cierto es que son dos partes del mismo todo. Dibujo y pintura van de la mano, tanto en el proceso como en el resultado final. Un paisaje, una figura humana, un bodegón… Todo necesita una buena base de dibujo, aunque luego la pintura lo vista de color, luz y textura.
Hoy en día existen herramientas que facilitan este paso, como los calcos o los proyectores. Y si alguien decide usarlos, es una elección totalmente personal y respetable. Sin embargo, aquí vamos a centrarnos en el método más tradicional: aprender a mirar, a observar y a trasladar lo que vemos (o imaginamos) al soporte, guiados por el trazo de nuestra mano. No porque sea “mejor” o “más puro”, sino porque es un ejercicio que fortalece tu habilidad y comprensión como pintor. Y, sinceramente, tiene algo especial: es un proceso que conecta de forma directa tu ojo, tu mano y tu mente.
Así que en esta sección te daré unas nociones básicas de dibujo, pensadas para quienes quieren empezar o mejorar en la pintura al óleo sin depender de otros recursos. Porque el dibujo, al final, es una herramienta poderosa que hará que tus cuadros cobren vida de verdad.

Ahora lo que vamos a hacer es dar un método de dibujo, no se si ortodoxo o no, pero lo que si sé es que es muy eficaz. Lo he comprobado muchisimas veces y es realmente sorprendente el resultado.
Personas que decían ser totalmente negadas para el dibujo, y que hoy en día pintan y dibujan sin ningún problema.

Solo hay que seguir una norma: No dibujes lo que és, dibuja lo que vés.

El metodo es muy sencillo, hay que hacerlo en dos pasos:
Primer paso: Determinar la posición en el cuado de los grandes volúmenes.
Para ello nos servimos de un bastidor. No tiene porqué ser físico.

Este marco nos sirve para determinar donde están ubicados los grandes volúmenes de lo que vamos a dibujar. Por ejemplo si es un paisaje donde está ubicada la cumbre de la montaña, donde empiezan los árboles, donde empieza el río o donde el campanario de la iglesia etc… Sencillamente lo marcamos. Aunque sea con una simple marca.

Segundo paso: Imagínate que miras a través de una mira telescópica todos los detalles. Si una mira telescópica como las de las películas de espías. Tal cual. Una como esta:

Eso te va a dar la inclinación exacta de las líneas de cada detalle de la imagen que quieras dibujar.

Y mantener siempre presente la norma: No dibujes lo que és, dibuja lo que vés.

Si vas a dibujar una silla, no trates de dibijar una silla, probablemente lo que se ve desde tu perspectiva dista bastante de ser una silla util. Si la miras desde una perspectiva oblicua lo que vas a ver son una serie de líneas que distan bastante de ser una silla util. Pues bien son esas líenas que ves las que tienes que dibujar.

Al pricipio te puede paracer algo engorroso, pero en cuanto cojas algo de practica se convierte en automático. Te sorprenderás.

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