
Regla de oro: el aceite bien caliente (como si te estuviera esperando con ganas) y no llenes la sartén de croquetas como si fuera una fiesta sorpresa. Dales su espacio, que respiren.
Y otro tip de pro: si las tienes bien frías de la nevera o incluso congeladas, mucho mejor. Así se sellan rapidito y no se ponen a hacer la revolución en el aceite. 👌😎
