
La especia que detuvo una guerra (y nadie lo sabe)
Año 562 d.C., frontera persa-bizantina. Dos imperios se desangraban en una guerra de 20 años. Hasta que un negociador bizantino ofreció un cofre de «regalo de paz»:
Dentro había nuez moscada de las Islas Banda (a 8.000 km de allí).
Los persas, que nunca la habían visto, creyeron que era magia:
- La probaron con leche de camella.
- La quemaron como incienso.
- Finalmente, firmaron la paz… a cambio de un cargamento anual.
Ironía: Esa nuez moscada ni siquiera era bizantina. La habían robado unos piratas malayos a un barco chino.
