Richard Proenneke (1916–2003) Naturaleza y Autosuficiencia

Richard Proenneke (1916–2003)

Richard Proenneke (1916–2003)

Richard Proenneke fue un naturalista y cineasta estadounidense, conocido por su vida en solitario en Alaska, donde construyó una cabaña con herramientas manuales y documentó su vida en el desierto. Su historia es un ejemplo de autosuficiencia y conexión profunda con la naturaleza.​

RICHARD PROENNEKE: EL HOMBRE QUE CONVERSABA CON LOS LOBOS

Una historia tallada en madera, escrita con hacha y corazón


1. LA ÚLTIMA CIVILIZACIÓN (O CÓMO DEJARLO TODO POR EL SILENCIO)

Iowa, 1968. Richard Proenneke, de 52 años, mecánico retirado de la Marina, miró por última vez su buzón lleno de facturas, el reloj de pared y la cafetera eléctrica. Sonrió.

Al día siguiente, empaquetó:

  • Un hacha de doble filo.
  • Un diario de cuero gastado.
  • 40 kilos de clavos (los justos).
  • Un rifle .30-06 (por si los osos querían debatir filosofía).

Su hermano le preguntó: «¿Estás loco, Dick? Alaska te comerá vivo».
Richard respondió con un apretón de manos y una cita de Thoreau: «Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente».

No volvería a pisar una ciudad en 30 años.


2. LA CABEZA (O CÓMO CONSTRUIR UNA CASA CON SOLO TRES DEDOS SANOS)

Lago Twin Lakes, mayo de 1968. La nieve aún gruñía bajo sus botas cuando eligió el sitio: una colina mirando al agua, donde los lobos aullaban al atardecer.

Su plan era simple: construir una cabaña sin electricidad, sin ayuda y sin perder la paciencia.

Problema: Un accidente en su juventud le había dejado solo tres dedos útiles en la mano derecha.
Solución: Talló herramientas especiales. Su hacha tenía el mango curvado para compensar su agarre.

Así nació la cabaña más famosa de Alaska:
✅ Paredes de abeto spruce, cortadas a mano y encajadas como un rompecabezas.
✅ Tejado de corteza de abedul (impermeable como un pato).
✅ Chimenea de piedra plana, donde cocinaba carne de caribú mientras anotaba en su diario: «El humo huele mejor que cualquier perfume de París».

Los alces lo observaban desde el bosque. «Parecían arquitectos criticando mi trabajo», escribió.

Pedes descargar la version ampliada en PDF

PDFDESCARGAS
Richard Proenneke (1916–2003)DESCARGAR

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *