
Corría el año 805 cuando, en la aldea de Ulfgard, asentada en la orilla de un profundo fiordo, vivía Olaf el Terrible, un guerrero temido y respetado que formaba parte de la guardia personal del rey Gunnar, el Dragón de los Fiordos.
Un día, el rey hizo llamar a Olaf. Le encomendó una misión de gran importancia:
—Prepara una expedición de inmediato. Lleva contigo al guerrero más fiero de Ulfgard. Partiréis hacia Vinland, y tomaréis posesión de todas las tierras y tesoros que encontréis. Que los dioses os guíen.
Olaf no dudó ni un instante. Convocó a su viejo compañero de batallas, el gigantesco Bjonr el Tronchahuesos, y le compartió la misión encomendada. Ambos sabían que se avecinaba una gesta digna de los cantares de los skalds.
Mientras tanto, en tierras más al norte, en la fría y distante aldea de Skallheim —gobernada con mano de hierro por el temido rey Sigurd, el Terror de los Mares— también se gestaba una expedición hacia Vinland. Sigurd había dado la misma orden a sus dos guerreros más letales: partir de inmediato hacia el nuevo mundo.
Y aunque las dos aldeas estaban separadas por largas travesías, las noticias vuelan rápido cuando las sopla el aliento de los dragones. Pronto, Olaf supo de los planes del rey Sigurd.
—Necesitamos información, Bjonr —dijo Olaf, preocupado—. Debemos saber con cuántos drakkars cuenta Skallheim y quiénes son esos que osan desafiar nuestra conquista.
Bjonr asintió, serio. Ya había oído hablar de Skallheim: una aldea oculta al fondo de un fiordo remoto, difícil de alcanzar… y más difícil aún de espiar.
—Tengo una idea —dijo—. Iré a consultar a la bruja Ylda, guardiana de la Infinita Sabiduría. Si alguien puede ayudarnos, es ella.
Mientras Olaf permanecía en Ulfgard preparando los pertrechos, Bjonr partió hacia las colinas brumosas donde habitaba Ylda. Al llegar el mediodía, regresó con expresión extraña.
—¿Y bien? —preguntó Olaf al verle—. ¿Qué te ha dicho la bruja?
Bjonr suspiró y respondió:
—Esto es lo que me ha dicho Ylda:
«En el puerto de Skallheim tienen boyas y drakkars.
Si en cada boya se amarra un drakkar,
hay un drakkar que se queda sin boya.
Pero si en cada boya se amarran dos drakkars,
entonces una de las boyas no tendrá ningún drakkar.
Con eso, ya sabéis cuántas boyas y cuántos drakkars hay
en el puerto de Skallheim.»
¿Puedes ayudar a Olaf y a Bjonr a entender lo que les ha dicho la bruja Ylda?
El viernes daremos la respuesta.
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