Cómo se construían los drakkars vikingos

Construcción de los drakkars vikingos

1. Técnica del casco trincado

Los drakkars se construían mediante el método de tingladillo (o clinker), donde tablones de madera (roble, pino o fresno) se superponían y clavaban con remaches de hierro. Las juntas se sellaban con musgo, lana o pelo animal impregnado en brea o alquitrán para impermeabilizar.

2. Estructura básica

  • Quilla plana: Fabricada con un tronco robusto de roble, permitía navegar en aguas someras.
  • Proa y popa simétricas: Diseñadas para invertir la dirección sin girar el barco.
  • Mástil desmontable: Se instalaba solo al usar la vela cuadrada de lana reforzada con cuero.

3. Materiales y herramientas

  • Madera preferida: Roble para la quilla y tablones principales, aunque también usaban fresno, pino o aliso por escasez.
  • Herramientas: Hachas, azuelas y barrenas para dar forma a los troncos sin sierras (se partían con cuñas para preservar las vetas).

4. Proceso de construcción

  1. Selección de troncos: Un constructor-jefe elegía árboles rectos y los trabajadores los cortaban y transportaban.
  2. Ensamblaje:
    • Quilla, roda (proa) y codaste (popa) formaban la estructura central.
    • Tablas superpuestas se fijaban con clavos y se reforzaban con vigas transversales.
  3. Impermeabilización: Las juntas se rellenaban con brea y fibras, luego se quemaban para fusionarlas.

5. Características clave

  • Poco peso: El casco sin cuadernas y los tablones delgados (2,5 cm) los hacían ligeros y flexibles.
  • Remos y vela: Hasta 40 remos para aguas calmadas y una vela de 260 m² (en modelos grandes) para alta mar.
  • Timón lateral: Un remo grande en estribor servía de timón.

6. Decoración y simbología

  • Mascarones de proa: Cabezas de dragón o serpiente talladas para intimidar y ahuyentar espíritus malignos (se desmontaban al llegar a tierra).
  • Uso funerario: Algunos drakkars, como el Barco de Oseberg, servían como tumbas para líderes.

Ejemplo moderno: El Draken Harald Hårfagre (2012), réplica de 35 metros, demostró que estas técnicas permitían navegar a 14-17 nudos incluso en travesías oceánicas

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