Ritual de Invierno: Preparación y Significado

Ritual de Invierno: Preparación y Significado

Preparación del lugar:

El ritual debe celebrarse al aire libre si es posible, cerca de un fuego o un brasero. Rodea el espacio con piedras, ramas de pino, y símbolos de invierno (hojas secas, piñas, cuernos vacíos). Coloca en el centro el fuego sagrado, y a su alrededor, asientos o troncos para los participantes. Prepara un cuenco con agua de manantial o nieve recogida y un recipiente con hidromiel o infusión caliente.

Cada participante debe traer una rama seca o un trozo de madera que representará aquello que desea dejar atrás.

Inicio:

El líder del ritual alza una rama de pino y dice:

«Saludamos al invierno, estación de la resistencia y la introspección. La tierra duerme bajo su manto blanco, y nosotros, hijos del frío, despertamos la llama interior. Este es el círculo del resguardo, donde lo viejo se consume y lo esencial permanece.»

El grupo responde:

«Que la fuerza nos ampare y el hielo no apague nuestro fuego.»

Purificación:

El líder salpica agua sobre los participantes con una rama de abeto:

«Con el agua pura y fría, lavamos las huellas del año que muere. Que cada gota sea escudo y cada soplo de aire, aliento renovado.»

Invocación:

Todos levantan la mirada hacia el cielo (o hacia el norte si está cubierto):

«Invocamos a Thor, guardián del trueno y la tormenta; a Skadi, cazadora y señora de las cumbres nevadas; a Njord, dueño de los mares helados. Venid a compartir nuestro fuego y dadnos fuerza para atravesar esta estación.»

Se coloca una ofrenda simbólica (pan, grasa animal, o una pieza de tela blanca) en el borde del círculo o se entierra ligeramente en la nieve o tierra.

Rito central:

Uno por uno, los participantes se acercan al fuego. Sostienen su rama y dicen en voz alta:

«Este peso ya no me sirve en la estación fría. Lo dejo ir para aligerar mi alma y abrir espacio a la renovación.»

Lanzan la rama al fuego. Se observa hasta que crepite o se consuma un momento en silencio.

Brindis:

Se reparte el hidromiel o la infusión caliente. Cada persona levanta su cuenco y proclama un deseo o un propósito breve para la estación, comenzando con:

«Que este invierno…»

Por ejemplo: «Que este invierno fortalezca mi corazón», «Que este invierno selle la unidad de los nuestros».

El resto responde a cada brindis con:

«Así sea, bajo la vigilancia de los dioses y la tierra.»

Cierre:

El líder toma una rama verde (acebo o laurel) y la coloca cerca del fuego, diciendo:

«Lo esencial nunca muere. Guardamos en nuestros corazones la semilla del renacer. Que el invierno nos temple, y que cada noche nos acerque a la luz. Así sea.»

El fuego se deja consumir naturalmente o se apaga con respeto, agradeciendo en silencio.

«Que el hielo purifique y la noche enseñe; guardemos la llama sagrada hasta que el sol reclame su trono.»

Puedes leerlo on-line o descargar la version en PDF: Descarga

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *