Prueba de supervivencia real

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PRUEBA DE SUPERVIVENCIA REAL

¿Habéis pensado en una situación de supervivencia real? Cuando se produce una situación real de supervivencia, siempre es cuando menos te lo esperas. Lo más probable, además, es que ni siquiera tengas acceso a esa estupenda mochila de 72 horas que con tanto mimo has preparado. Porque, claro, resulta que la tienes en casa y tú estás fuera en el momento en el que la situación se produce. Así que no tienes ni linterna con paneles solares, ni purificador de agua, ni ferrocerio, ni brújula, ni saco de dormir; en fin, que no tienes absolutamente nada de lo que habías previsto tener para sobrevivir a una situación así.

Bien, entonces llega el momento de pensar qué es lo que realmente necesitas para sobrevivir. Pero no para 72 horas, sino para dos o tres semanas.

¿Qué es lo que tienes que localizar con urgencia para sobrevivir?

Un cuchillo, una cuerda y un palo.

El cuchillo

Lo primero que necesitas es un cuchillo. Y, puestos a elegir, no un cuchillo de bushcraft; lo que necesitas es un cuchillo de monte, grande, a poder ser de un peso que oscile entre los 400 y los 500 gramos. Un señor cuchillo, vamos. No demasiado afilado; no tiene que afeitar —no lo vas a usar para afeitarte—. Lo vas a usar como cuchillo de monte y como machete para cortar leña. Tiene que tener un filo que corte, pero no en exceso, porque entonces ya no es un cuchillo de monte, sino una navaja barbera. Ten en cuenta que tiene que aguantar golpes y resistir sin mellarse. Y tiene que ser grande y pesado; recuerda que lo vas a usar como hacha. En otras palabras, necesitas un cuchillo grande y fuerte; lo demás da igual.

Y si no te es posible localizar un cuchillo, algo que haga sus veces: un trozo de hierro o algo similar.

La cuerda

Luego necesitas cuerda: 10 o 15 metros de cuerda de 4 o 5 mm de diámetro. Necesitas cuerda, no paracord; solo es necesario que sea cuerda y que sea fuerte. Da igual que sea un tipo de cuerda u otro.

El palo

Una vez conseguidos el cuchillo y la cuerda, lo siguiente que tienes que buscar es una vara. Una vara de unos 2,20 o 2,30 metros de largo y un diámetro de unos 5 cm. O sea, una vara de caminante fuerte.

Luego, a partir de aquí, puedes intentar añadir más cosas que encuentres, pero el cuchillo, la vara y la cuerda son los tres pilares fundamentales para sobrevivir. Como veremos más adelante.

Bien, ya tenemos el cuchillo, la vara y la cuerda.

¿Qué es lo que ahora necesitas conseguir?

Necesitas agua, fuego y comida. Además, justo en ese orden.

1. Agua

Lo primero que tienes que hacer es localizar agua. Sin comida puedes pasar una semana, pero sin agua, date dos o tres días.

Tienes que analizar primero dónde estás. No me refiero a las coordenadas geográficas, sino a las características del terreno. Depende de dónde te encuentres, tendrás que hacer cosas diferentes para localizar agua. No es lo mismo estar en una estepa que en una zona boscosa o una zona de costa.

  • Si estás en una zona de estepa o boscosa, intenta localizar agua siguiendo el terreno y los animales (los pájaros, por ejemplo). Si al final no la encuentras, todavía puedes hacer cosas: desde recoger por la mañana agua del rocío hasta destilar agua de plantas. También depende de la época del año en la que estés. Si es verano, puedes recurrir a la destilación natural como una buena opción; pero si es invierno, la destilación tendrá que ser forzada.
  • Si estás en una zona de costa, no tienes problemas de agua: tienes el mar entero. Lo único que tienes que hacer es quitarle la sal, ya sea por destilación natural o forzada.

No vamos a pararnos a explicar cómo hacer la destilación natural ni la forzada, porque supongo que ya todos conocéis esos métodos.

2. Fuego

Resuelto el problema del agua, nos enfrentamos ahora con el problema de conseguir hacer fuego, tanto para poder cocinar como para purificar el agua que hemos conseguido (o para conseguirla, si tienes que recurrir a la destilación forzada) y para no morirnos de frío. Y, se me olvidaba, para conseguir un recipiente para tener el agua: un recipiente de arcilla cocida. O sea, cerámica de toda la vida.

No tenemos ni mechero, ni cerillas, ni ferrocerio, ni ningún otro tipo de encendedor. Así que parece que tenemos un problema.

Pues no, la verdad es que no es así, porque sí tenemos medios para hacer fuego. Lógicamente, ante la ausencia de mecheros, cerillas, ferrocerio o eslabón y pedernal, lo que queda es el fuego por fricción.

Bien, ahora analicemos el fuego por fricción frente al fuego por ferrocerio.

Fuego por ferrocerio:

  • Ventajas: Rapidez. El fuego por ferrocerio es prácticamente instantáneo; produce chispas de 2000 ºC o 3000 ºC que, al contacto con una yesca seca, producen un fuego instantáneo.
  • Inconvenientes: Su misma rapidez es su mayor inconveniente. El ferrocerio produce chispas muy calientes, cierto, pero solo eso: chispas que duran lo que dura una chispa. Así que necesitan una yesca seca para poder iniciar un fuego. Este pequeño inconveniente de necesitar una yesca extremadamente seca puede convertirse en un gran problema en una situación de supervivencia, donde solo tienes acceso a cosas de tu alrededor y puede haber llovido, por ejemplo.

Fuego por fricción:
El concepto de fuego por fricción es muchísimo más antiguo que el fuego por ferrocerio o por eslabón y pedernal, y se basa en conceptos totalmente diferentes. Mientras que el ferrocerio es un fuego rápido producido por una chispa, el fuego por fricción se basa en el calor que se produce en la fricción de dos maderas.

Si habéis leído algo sobre fuego por fricción, sabréis que dicen que no todas las maderas valen, que la base tiene que ser blanda y el palo que gira, duro; en fin, que probablemente tendréis un lío de cuidado en la cabeza.

Vamos ahora a una situación real, en la que tenéis que hacer fuego por fricción no con las maderas ideales para hacerlo, sino con las maderas que tenéis alrededor.

Pues no os preocupéis, porque las maderas que tengáis valen perfectamente para hacer fuego por fricción.

El fuego por fricción se basa en el calor que se produce al frotar dos maderas. Y da igual el tipo de maderas que sean: si frotas lo suficiente dos maderas, se produce calor. Este calor quema las maderas y se produce una especie de brasa que es lo que te va a permitir hacer fuego. La única diferencia entre unas maderas y otras es que, en lugar de 5 minutos, tengas que hacerlas rozar durante 10 minutos. Pero al final da igual: se hace fuego.

Tiene la ventaja de no requerir una yesca tan seca como en el caso del ferrocerio.

Pues bien, vamos a ello: vamos a encender un fuego por fricción usando las cosas que tenemos.

¿Y qué cosas tenemos? Pues un cuchillo, una cuerda y una vara de caminante de 2,20 o 2,30 metros.

¿Y tú crees que con un cuchillo, una vara y una cuerda vamos a poder hacer fuego? Permíteme dudarlo.

¡Hombres de poca fe!

Vamos a hacer fuego con un cuchillo, una vara y una cuerda:

  1. Con el cuchillo, preparamos una base plana.
  2. Con la punta del cuchillo, hacemos una hendidura redonda donde se va a apoyar el palo que va a rotar para producir el calor.
  3. Luego, hacemos en la base plana un corte en forma de «V» desde el borde hasta la hendidura.
  4. Preparamos un palo de unos 50 o 60 cm de altura para que gire y produzca calor.
  5. Preparamos un trozo de madera («apoyo») rectangular del tamaño de la palma de nuestra mano. Este es el punto de apoyo para presionar el palo que va a girar y producir la fricción y, por lo tanto, el calor.
  6. En el centro del trozo de madera «apoyo», con el cuchillo, hacemos una hendidura donde va a encajar el palo de fricción. Si tenéis a mano hojas verdes de cualquier planta, usadlas como lubricante entre la pieza de apoyo y el palo de fricción.

Hasta aquí, hemos usado el cuchillo para preparar el sistema de encendido por fricción.

Ahora nos quedan la cuerda y la vara de caminante.

  1. Fijamos la vara de caminante en un costado, sujeta en el suelo o con piedras, formando un ángulo de unos 35 o 40º con el suelo.
  2. Atamos la cuerda a la punta de la vara.
  3. Pasamos la cuerda rodeando la varilla de presión del sistema de encendido.
  4. Presionamos con la mano izquierda sobre la pieza «apoyo» sobre la varilla de fricción.
  5. Con la mano derecha, tiramos de la cuerda, con lo que la varilla de fricción gira sobre la base plana.
  6. Cuando llegamos al límite, aflojamos la presión sobre la cuerda, con lo que la vara de caminante recupera la flexión y la varilla de presión gira en sentido contrario.
  7. Repetimos esta operación el número de veces necesario y ya tenemos fuego por fricción.

Fiable, seguro y más rápido de lo que pensáis, con la particularidad de que la yesca no es necesario que esté tan seca como en el caso del ferrocerio.

Ni que decir tiene que, antes de empezar con el fuego por fricción, tenéis que haber preparado los palos para la hoguera, claro. Y un montón de hierbajos o nido de pájaro para iniciar el fuego.

3. Comida

Bien, ya hemos solucionado el problema del agua y del fuego. Ahora, lo inmediatamente siguiente es buscar comida.

Solo tenemos dos opciones: recolección y caza.

Recolección:
Existen numerosas plantas silvestres que son comestibles, pero claro, hay que ser capaz de identificarlas. Sin embargo, hay una que prácticamente todo el mundo sabe identificar: las ortigas. Es fácil: le pasas la mano y si te produce una erupción y un picor, es una ortiga. Las ortigas son un comestible muy bueno.

Luego puedes recolectar bellotas, avellanas, castañas, nueces, piñones. Cuidado con los taninos: tienes que eliminarlos de las bellotas y, en algunas castañas y nueces silvestres, también.

Caza o pesca:
Piensa que estamos hablando de cazar piezas pequeñas, como conejos y aves. Las piezas grandes son bastante escurridizas, y la posibilidad de que puedas dar con una es bastante remota.

  • La pesca, por ejemplo, es una opción, pero teniendo en cuenta que no tienes anzuelos, la posibilidad de pescar peces es bastante remota. Lo que sí puedes pescar son cangrejos: con un manojo de ramas puedes hacer una trampa, y los cangrejos salen enredados entre ellas.
  • La caza de pequeños animales, como conejos y aves, parece la opción más viable. Puedes hacer pequeñas trampas usando la cuerda.

También puede ser muy práctico hacerte con unos palos de pastor. Es la forma más rápida de conseguir un sistema de caza. Los palos de pastor son unos palos de unos 50 cm de largo y unos 5 cm de diámetro, y la forma de usarlos es simplemente arrojándolos como si de piedras se tratase.

Otra forma que tienes de construir un arma de caza es hacer una honda. La honda es un arma prehistórica que tiene miles de años y es un arma tan poderosa como antigua. La puedes hacer usando la cuerda. Una honda bien manejada te puede resolver el problema de la caza.

Luego también puedes hacer, usando la cuerda, un arco y unas flechas, pero aquí ya dependes un poco del entorno, de que puedas localizar ramas adecuadas para hacer el arco y las flechas.

Refugio

Después, se echa la noche encima. Tienes que buscar un sitio para dormir.

  • Si tienes una lona o un simple plástico, puedes preparar una especie de tienda con la vara como soporte.
  • Si no la tienes, que es lo más probable, puedes construir un refugio usando la vara de caminante como soporte y cubriéndola de ramas y hojarasca.

Importante: tienes que aislarte del suelo. Bien con un colchón de ramas o con una estructura hecha con ramas más gruesas; lo importante es no tener contacto con el suelo.

Conclusión

Una vez resuelto el problema del agua, el fuego, la comida y el refugio, puedes hacer muchísimas cosas, pero lo más importante para la supervivencia ya lo tienes.

Con un cuchillo, una cuerda y un palo.

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