Capítulo XIII : El Monolito de las Mil Lenguas
El cielo sobre Vinland estaba tan encapotado como la cara de Olaf cuando no le daban su cerveza en jarra grande. Bjonr, por su parte, iba feliz, ya que había encontrado un pez que, según él, le sonreía. El problema era que llevaba horas hablándole. Olaf se lo dejó por compasión… o pereza.
—¿Has notado que este bosque está demasiado… quieto? —dijo Olaf mientras apartaba una liana que, según él, intentó estrangularle.
—Eso es porque estás pisando en círculos desde hace dos horas —respondió Bjonr mientras le hablaba al pez, al que había llamado “Pezuñín”.
Fue entonces cuando la niebla se abrió como un telón y apareció una estructura ciclópea, negra como el fondo de un barril vacío. Un monolito de piedra, cubierto de runas, dibujos y algo que parecía… ¿un menú de taberna?
—¡Estamos salvados! ¡Han dejado raciones escritas! —gritó Bjonr.
Olaf no estaba tan convencido. Las runas centelleaban con un brillo verde, y el aire zumbaba alrededor del monolito. Al tocarlo, una voz retumbó desde el propio suelo.
—«Solo quien descifre el enigma de las mil lenguas hallará la senda hacia el Valle de los Vientos Plateados. Tres claves guarda esta piedra. Tres pistas hay escritas. Una sola verdad abrirá el paso.»
Los vikingos se miraron. Ambos estaban acostumbrados a acertijos, aunque normalmente eran del tipo “¿dónde escondiste mi otra bota?”. Aun así, Olaf sacó su cuaderno de cuero curtido con cerveza (todo olía a cebada), y comenzó a copiar las inscripciones.
✴️ El Acertijo del Monolito
INSCRIPCIÓN I:
Guarda en su seno los siglos caídos,
habla sin boca, se oculta entre signos,
vuela en los ojos de quien la descifra
pero no existe si nadie la mira.
INSCRIPCIÓN II:
No pesa, no duele, no sangra, no late,
y sin embargo conquista combates.
No tiene cuerpo ni lanza ni muro,
pero en ella se encierra el futuro.
INSCRIPCIÓN III:
Tiene nueve letras, y muda la historia
cuando en silencio la guían memoria y gloria.
No es un arma, y aún así perdura:
la más vieja fuerza es__________________.»
—¿Tú lo entiendes? —dijo Olaf.
—¡Claramente habla del bacalao! —gritó Bjonr con una seguridad perturbadora.
—Creo que no… —respondió Olaf mientras le quitaba el pez de la mano para que se concentrara.
Al final del día, el monolito seguía esperando una respuesta. Y es ahora cuando los lectores deben ayudar a nuestros héroes…
🔍 ¿Qué palabra buscan Olaf y Bjonr?
Las pistas apuntan a una palabra de nueve letras, de la cual cuatro se dejan ver.
Ayudad a Olaf y Bjorn y los Dioses os lo agradecerán.
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Erik el rojo 