Los molinos
Óleo sobre lienzo, 32 x 40 cm
Santiago Garci, 1997
Firmado y con certificado de autenticidad
Campo de Criptana – Ciudad Real

En esta obra, Santiago Garci captura con delicadeza la esencia de la llanura manchega, eternizada en la silueta de sus icónicos molinos. Pintado en 1997 en Campo de Criptana, el cuadro no solo retrata un paisaje, sino que evoca un imaginario colectivo que remite a la figura inmortal de Don Quijote y al alma profunda de Castilla-La Mancha.

El tratamiento del color, sobrio y luminoso, resalta la serenidad del entorno rural. Los tonos tierra dialogan con un cielo despejado y lejano, mientras que la vegetación en primer plano introduce una textura viva que guía la mirada hacia las construcciones principales: los molinos, sólidos, casi guardianes del tiempo.

La composición está equilibrada con una sabia distribución de los elementos: lo humano, lo natural y lo histórico coexisten sin estridencias. Garci logra transmitir una sensación de quietud y memoria, en una obra que invita a contemplar y a recordar.