Errores que casi me cuestan caro: El filo que no avisa
El día que mi cuchillo me enseñó humildad Un cuchillo bien afilado es un aliado en el monte. Pero como todo aliado poderoso, puede volverse en tu contra si no lo manejas con respeto. Esta historia es breve, pero la cicatriz me la recuerda cada vez que preparo la mochila. El contexto: tallar una estaca bajo presión Estaba montando un refugio improvisado al atardecer. El cielo ya se teñía de naranja y el frío comenzaba a notarse. Corté unas ramas y me puse a afilar una para usarla como clavija de sujeción. Tenía prisa. Tenía hambre. Tenía cansancio. Mala combinación. … Continúa leyendo Errores que casi me cuestan caro: El filo que no avisa
