El primer olor a revolución (y no era incienso)

EL PRIMER OLOR A REVOLUCIÓN (Y NO ERA INCIENSO) Samarkanda, 130 a.C. Bajo un sol que derretía las piedras, una caravana de camellos bactrianos —peludos como osos y malhumorados como viudas— avanzaba hacia Roma. Entre rollos de seda china, algo más valioso tintineaba en bolsas de cuero: jengibre seco de Sichuan, canela de Ceylán y cardamomo negro de las montañas del Nepal. El general Zhang Qian, enviado del emperador Wu, no buscaba especias. Quería aliados contra los hunos. Pero al abrir una bolita de pimienta larga (más picante que una puñalada parta), descubrió el verdadero poder: «Esto vale más que mil espadas». Los romanos pagaban en plata pura por granos … Continúa leyendo  El primer olor a revolución (y no era incienso)

Las especias, El oro invisible que cambió la historia

El primer olor a revolución (y no era incienso) Érase una vez un mundo sin sabor. Donde la comida era solo combustible, donde los inviernos sabían a hambre y los banquetes de reyes olían a nada. Hasta que un puñado de semillas, cortezas y raíces secas lo cambiaron todo. Las especias no solo incendiaron paladares; fueron moneda de guerra, motivo de traiciones, y el sueño por el que se cruzaron océanos y se levantaron imperios. La canela valía más que el oro. La pimienta se pagaba con sangre. En esta sección, desenterraremos: Prepárate para un viaje donde el mapa está dibujado con aromas, donde … Continúa leyendo Las especias, El oro invisible que cambió la historia